Se acaba el mundo y nosotros afeitándonos, de Luis Benítez
Una célula guerrillera antifeminista integrada por tres personas, los malentendidos que causa el hecho de confundir una galería de arte con una tienda de embutidos, mafiosos de la década de 1930 cambiando de rubro luego de que fuera levantada la veda alcohólica, el secuestro de un escritor de parte de un grupo comando para escribir las memorias de un dictador… Se acaba el mundo y nosotros afeitándonos (Palabrava Editorial), el nuevo libro de cuentos de Luis Benítez, no da respiro.
Poeta, novelista, ensayista, Benítez ha demostrado a lo largo de toda su obra (más de cuarenta títulos) que es uno de esos escritores polifacéticos capaces de hacerlo bien en cualquier género, y lo que nos propone esta vez es una colección de cuentos de humor, ocho, para ser más exactos, en los que despliega una amplia artillería de recursos para hacernos reír.
Desde un posible apocalipsis, en un extremo, hasta una pospandemia en la que se recomienda la antropofagia, en el otro, la galería de personajes y situaciones es desopilante.
El absurdo es el recurso que Benítez utiliza para contar historias en las que los protagonistas se ven envueltos en situaciones de las que siempre parece imposible que puedan salir. Por supuesto, como en todo buen humor que se precie de tal, en Se acaba el mundo y nosotros afeitándonos no falta la crítica. Los devaneos del protagonista de «Cómo triunfar en el mundo de las letras» y el desenlace de esta historia satirizan tanto a los escritores como a los concursos literarios; los principios sostenidos por las subversivas de «Para aplastar al feminismo» no distan de los disloques conceptuales que se escuchan a diario de boca de líderes sociales y políticos conservadores y ultraconservadores; los mensajes de los medios de comunicación y el tratamiento de la información es uno de los temas de «Para vivir a pleno los últimos minutos de la Tierra».
De esta manera, Benítez propone una obra cuya lectura impide la distracción, porque las situaciones se suceden vertiginosamente, sin darnos espacio para tomar aire entre la risa y la carcajada.
Si la trayectoria de Luis Benítez nos muestra su ductilidad para la producción literaria, Se acaba el mundo y nosotros afeitándonos confirma su capacidad de moverse como pez en el agua en cualquier género.
Mayo 2024