Amor, yo te confieso

Ponerse en la piel de otra persona para, desde allí, percibir como ella, actuar como ella, sentir como ella.

Eso es lo que Alicia Duo hace en Amor, yo te confieso (Victorioso Ediciones), un libro en el que las pasiones toman distintas formas de obsesión, de traición, de entrega eterna, cuando no de locura irremediable.

Dividido en tres capítulos, "Confesiones del hoy", "Confesiones del ayer" y "Confesiones de cualquier tiempo", el libro propone el recorrido por más de una treintena de relatos en los que la autora expone la multiplicidad de recursos de los que dispone como narradora, especialmente en un género como el cuento corto, logrando construir escenas y escenarios en los que muchas veces nos hará creer que todo está bien, para luego golpearnos con un final tan inesperado como (y es esto es un gran mérito) humano.

Porque es justamente la humanidad, nuestra humanidad, la que Duo cuestiona, por ejemplo, con un vecino que admite haberle gustado hacer justicia por mano propia o un periodista atrapado en la encrucijada de revelar los negociados de su jefe, por citar sólo dos textos resumidos al extremo.

Amor, yo te confieso es un libro en el que priman las relaciones humanas, desde las más patológicas hasta las más usuales y comunes, y en cada una de ellas Duo muestra su capacidad para narrar desde el punto de vista más acorde a la trama y a las tensiones que el relato reclama, logrando de esta manera una multiplicidad de voces, un collage de la humanidad, con muchos sonidos, colores y hasta olores.

El cuento es, si se nos permite, el lugar natural de Alicia Duo, y Amor, yo te confieso es la confirmación de esto.