Para el director de la fundación, Araya no estuvo en la clínica el día de la muerte del poeta
Para Fernando Sáez, titular de la Fundación Neruda, la
muerte del Nobel fue consecuencia del cáncer de próstata. La posición oficial
de la entidad es no emitir opiniones hasta que la Justicia se expida. En el
seno de la familia de Neruda las posiciones también son encontradas.
La Chascona le llamó Pablo Neruda a la casa ubicada en Fernando Márquez de la Plata 192, al pie del cerro San Cristóbal, en el corazón de Santiago. Fue la casa que el poeta tenía en la capital de Chile, a la que algunos dicen que también llamó La Michoacana, escondida en un callejón de paredes pintadas de varios colores de un lado y murallas con dibujos del otro.
Al ingresar, el aire Neruda se siente de frente. Escaleras, giros laberínticos, plantas y vidrios, metales y papeles en una conjunción poética, si es que se permite lo elemental de esta observación.
Hoy allí funciona un museo y la sede central de la Fundación Pablo Neruda, y hasta ese lugar llegamos para entrevistar a Fernando Sáez, director ejecutivo de la entidad.
En su despacho, Sáez nos recibe con una sonrisa. Sabe a qué vamos, y lo que hace luego de saludar y ofrecer la comodidad de una silla y un tentempié, algo que refresque un poco en la calurosa siesta santiaguina, es preguntar cuál es nuestra opinión sobre el caso Neruda. Sigue con atención la senda de un razonamiento que llega hasta la inclusión de una duda en lo que fue, durante casi 40 años, una certeza, y por fin comienza a hablar. Dice: "Mire, nosotros, como fundación, no tendremos una opinión mientras el juez esté viendo la causa, pero por supuesto que tenemos antecedentes que están más cerca de negar esa posibilidad".
- ¿Como lo que dice Matilde Urrutia en su libro?
- Como lo que recuerda Matilde Urrutia, y también por la gente del Partido Comunista, por su hermana Laura, por toda la gente que estuvo cerca. Usted comprenderá que que esto se venga a poner en cuestión después de cuarenta años, cuando hay tanta gente que estuvo ahí que ya no está, la gran mayoría, cuando era evidente, para las personas que nosotros conocemos, que Neruda estaba muy enfermo, y evidentemente que el hecho del golpe creó un problema psíquico o un estado de ánimo que debe haber descontrolado todo el sistema interno. Ahora, no es negar por negar, sino que a mí me parece que si las personas que estaban muy cerca de él y el Partido Comunista incluso no dijeron nada en cuarenta años, es muy raro... Usted sabe el arma que hubiera significado en esos años haber hecho esta acusación, como arma internacional.
- Ya era demasiado con que hubiera muerto Allende.
- Claro. Sin embargo, lo de Allende era evidente, pero la muerte de Neruda, con toda la connotación que tuvo, después de una enfermedad que lo hizo venirse desde la embajada en Francia a Chile y quedarse en Isla Negra postrado, entonces, que por una persona a la que ahora le da oídos el Partido Comunista…
- Manuel Araya dice que él antes había hecho la denuncia pero el Partido Comunista no le había dado lugar.
- Usted comprenderá que gente que está toda fallecida, como Luis Corvalán, como los grandes jefes del Partido Comunista chileno, si hubiesen tenido la menor sospecha de algo así, imagínese lo que hubiera tenido todo esto de implicancia para la junta militar en su momento y el eco que hubiese tenido en la lucha contra la dictadura.
- Hay elementos que pueden plantear la
duda, como el hecho de que a Araya, al salir de la clínica por un pedido, lo
detienen, y por otro lado, varios dicen que hay una declaración de Neruda en la
que dice que efectivamente le colocaron la inyección.
- ¿Quién dice eso?
- Araya, entre otros.
- Araya no estaba ahí. Araya estuvo un día antes y luego desgraciadamente lo toman detenido.
- Pero el mismo día de la muerte de
Neruda él llega hasta la clínica.
- Pero él no estuvo el mismo día ahí.
- ¿El 23 de septiembre?
- No, no estuvo… Bueno, yo no soy ningún experto, yo le estoy contestando lo que a mí me parece de una manera muy general, porque no tengo todos los elementos como para dar un juicio exacto.
- Pero, en concreto, la posición de la
fundación cuál es.
- Esperar a lo que diga el juez, evidentemente. Ahora, a nosotros nos parece lo que yo le conté, pero creo que el juez es justamente quien debe definir. Desgraciadamente, le faltan los principales testigos, no están ni van a encontrarse, pero me parece que él tiene todos los elementos como para determinarlo, los exámenes médicos, el estado de Neruda, para poder dar una respuesta, y finalmente, si se va a hacer una exhumación, se va a hacer una exhumación.
- Eso sería muy relevante.
- Si el juez ordena una cosa así, no va a quedar duda.
- En la denuncia por el posible
asesinato de Neruda se pueden apreciar algunas similitudes con la muerte de
Eduardo Frei.
- Yo no lo veo, porque hay que haber estado en Chile para saber lo que era el 23 de septiembre y lo que era años después, cuando Frei murió. Todo el aparataje de la dictadura no existía en septiembre del 73, existía una cosa más al voleo y mucho más injusta, o sea, todo fue injusto, pero esto fue una cuestión que no tenía el ordenamiento que tuvo después, cuando realmente hubo una policía secreta o hubo una DINA o CNI o como se le llamara, que realmente podía pensar en realizar actos tan violentos y brutales como los asesinatos de Orlando Letelier, como el crimen de Frei, etcétera. En el caso Frei es claro todo lo que hicieron, los vacíos, los juegos. Con Neruda no hicieron nada. Ni siquiera le hicieron una autopsia, en cambio vaciaron el cadáver de Frei. De todas maneras, uno tampoco puedo decir que no así nomás, sin motivos. Esperemos que la investigación avance y que la Justicia determine si es necesario hacer esa exhumación o no.
- Ustedes tienen la potestad sobre los
bienes de Neruda. ¿La Justicia necesita la autorización de la fundación para
exhumar el cadáver?
- No, yo creo que no, que es un asunto familiar.
- ¿Y la familia qué dice?
- Yo he charlado con ellos, con algunos, y la posición de unos es muy intransigente para que no se haga, y la de otros es un poco la posición que le estoy diciendo yo, que si el ministro determina que hay que hacerlo, hay que hacerlo.
- O sea que no hay una posición tomada y
unida tampoco de parte de la familia.
- No, una parte de la familia está en contra de que se realice cualquier investigación, cualquier pericia sobre el cadáver.
Antes de retirarnos, se nos permite tomar algunas fotos de La Chascona, otro lugar Neruda por donde se lo vea.
Queda una entrevista, y seguramente las conclusiones
que de ella se saquen serán absolutamente opuestas a las que pueden elaborarse
a partir de las palabras de Fernando Sáez. Nos resta hablar con el abogado del
Partido Comunista, quien presentó la querella que nos llevó a Chile, la del
posible asesinato de Pablo Neruda.
Publicado originalmente en MDZ Online en diciembre de 2011